Fijando la vista atrás pensé que estaba viendo otro equipo y al llevar la elástica suplente todavia me lo parecia aún más (por cierto que caña de camiseta suplente!) Pero no, era mi Espanyol y el de todos los pericos, no quisiera ser egoista.
Empezamos dormidos, como siempre y eso lo aprovechó el Betis para buscarnos las cosquillas. Salimos de la siesta y entonces vino el recital de palos, primero de Sergio de cabeza y luego Angel de chut colocado a la escuadra. A lo sumo de la mala suerte se alió el caserón del árbitro comiendose un señor penalty de Juanito que como mínimo debió tener amarilla dos veces en ese partido, pero como siempre pasa, el que menos se la merece acaba siendo el primero en tenerla.
En la segunda mitad volvimos a dormitar al principio y esta vez Emaná acertó en otro despiste defensivo en el 1-0. A partir de ahí y después de unos reajustes de Mané a la táctica y la posición de Nené y Coro, el Espanyol volvió al gran juego desplegado en la primera parte. Fruto de ello llegó el gol de un recién salido Corominas. Exactamente necesitó 5 minutos para revolucionar el ataque el canterano. A partir de ahora San Corominas de la salvación sea beatificado por todos los pericos, Amén.
En resumen, mala suerte, mal arbitraje, buenos cambios, buen reajuste y rectificaciónes de Mané, gran juego del equipo a rachas, algun que otro fallo defensivo a mejorar y una pequeña recompensa al esfuerzo de mejora. Un punto que sabe a gloria y frena la sangria. Ahora toca exprimir la naranja valenciana. No será fácil.
Goles: 1-0, Emana (min.56); 1-1, Coro (min.70).
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