Así se ganan tripletes y quintupletes
Otro derbi que debe decidir el arbitro donde el Barça no llega. Porque ayer el Espanyol, exceptuando la primera parte, bailó al Barça en la segunda, con una presión asfixiante que si no llega a ser por ese penalti inventado por el chulo y prepotente Iturralde, al menos hubiéramos sacado un punto de ese Orinal. Un penalti por “agarrón” de Baena a Xavi que no debió pitarse dejó el partido a merced de los vecinos por la falta de acierto de cara el gol propio. Además, se ahorró algunas faltas comprometidas cerca del área culé y evitó expulsar a Ibalacabra por una entrada de tarjeta Naranja mínimo, cuando ya tenía una tarjeta amarilla. La marcación de Forlín a Xavi fue determinante para que el Barça perdiera movilidad. Pareja estuvo en su buena línea. La actuación de dos canteranos como Marquez y Victor fueron geniales para dar juego el primero y para ayudar al máximo en defensa el segundo. Sólo Iniesta se movia algo más cómodo pero sin ideas claras. El Espanyol dispuso de muchas oportunidades, sobretodo en la segunda mitad. La más clara la tuvo a chut de Verdú en la primera parte, que Valdés despejó con las uñas de los dedos por lo menos. El dominio fue casi total después del descanso para el Espanyol. Para finalizar, Don “chulo de playa” Iturralde tuvo la desfachatez de expulsar en el túnel de vestuarios a Baena por sólo recordarle esto: “Ya lo veras por la tele.” El club debería tomar medidas ante semejante gentuza pitando en un partido de futbol. ¿Dónde está la nevera, señor Villar?
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